El término “lirio” cubría una amplia variedad de flores que abarcan desde la más colorida al blanco más puro. Es probablemente de esta última a la que Jesús se refiere cuando nos dice “Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan: pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos” (Mt 6:28-29).
Esta lección de nuestro Señor intenta enseñar el mismo gran amor y cuidado disponible para aquellos que confían en Él.
"Yo soy la rosa de Sarón, Y el lirio de los valles." (Cantar de los Cantares 2:1)